Ruins of the New Earth: Dragonheart (Corazón de dragón)

Título original: Dragonheart
Director: Rob Cohen
Año: 1996
País: USA
Género: Fantástico. Aventuras.

Siguiendo con las películas de mi infancia, hoy toca analizar una de las mejores películas de ella, esta vez no la he visto muchas veces como hubiese sido lo normal en mi persona, por lo que tenía un mejor y más grato recuerdo de ella.

Os dejo un clip de audio para que os acompañe la magnífica banda sonora de esta película en vuestra lectura:

Dragonheart by Blue Phantom

En la Inglaterra de 984, uno de los reinos gobernado por un tirano rey está sofocando una revuelta campesina en la que morirá el monarca y el príncipe resultará herido. Para salvar al heredero al trono de una muerte segura, la reina decide llevarle frente a un dragón para que le salve la vida.
El dragon se apiadará de él y le salvará con la condición de que no siga los pasos de su padre, lo que el chico jurará rápidamente y así le dará una parte de su corazón para salvarlo.
Tras esto el joven príncipe, ahora rey, olvidará su juramento y se convertirá en un tirano mucho peor de lo que lo llegó a ser su padre. Bowen, su antiguo tutor, quien le enseñó a no ser como su padre, se sentirá traicionado por el dragón ya que piensa que su oscuro corazón a corrompido al chico y jurará así venganza contra él y todos los de su especie conviertiendose así en un caza dragones.
12 años después Bowen se encontrará con el último dragón, y para no quedarse sin trabajo, decidirá trabajar con él estafando a los súbditos del tiránico rey.

Esta sencilla historia, pero muy bien contada, nos mantendrá pegados al sofá durante toda la película.
Acompañaremos a Draco y Bowen en una aventura de las que ya no se hacen, con grandes escenas de acción, momentos épicos, humorísticos y emotivos.

Los personajes son bastante sencillos y algo esterotipados, aunque destaca sobre todo el de el dragón Draco, con una personalidad increíble.
Por su parte, Dennis Quaid hará un trabajo decente, pero que se verá eclipsado por Draco, que a pesar de ser 100% digital, es el que se lleva la película con sus sarcasmos, su humor y su personalidad explosiva.

Los efectos especiales también son muy notables, sobre todo teniendo en cuenta la época en la que se hicieron, y a pesar de que en ocasiones cantan un poco, aún todavía podrían considerarse dignos de nuestra época. Destacar el inmenso trabajo que da vida a Draco y lo convierte en un personaje muy expresivo y creíble, y sobre todo su interacción con el entorno, que hace que parezca un que de verdad está ahí.
Unos efectos que están al servicio del guión y no al contrario como sucede en el cine actual.

Una película con la que disfrute desde el alza de mi butaca en el cine con mis 5 añitos allá por los lejanos 90 y con la que he vuelto a disfrutar quince años después y que a mi juicio sigue siendo tan buena o mejor como en mis recuerdos.